Apostando por una renovación real del PDI
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria cuenta, en la actualidad, con una plantilla docente de 1.639 personas: 980 hombres y 659 mujeres que son el pilar fundamental de una formación de calidad que ofrecemos a nuestros 22.000 estudiantes, el futuro y el talento de nuestra sociedad.
Pero los docentes universitarios son, además, elemento imprescindible de la labor investigadora que se impulsa en nuestro seno. Esa investigación que es el motor del desarrollo y de la innovación en nuestro país, y que debe estar ligada al proceso formativo de los nuevos profesionales, aquellos que, en su mayoría, están llamados a ocupar puestos de responsabilidad en nuestro entorno, y guiarán nuestras políticas económicas, sociales, culturales…
La crisis que ha sufrido España en los últimos diez años ha hecho estragos en universidades como la de Las Palmas de Gran Canaria. En los años más duros, la Administración Pública impuso medidas tan extremas como la denominada ‘tasa 0 de reposición’. Esto es, no se nos permitió a las instituciones públicas la contratación de nuevos funcionarios, ni siquiera para sustituir a los docentes que iniciaban su período de jubilación. El resultado fue nefasto: entre los años 2007 y 2017 sólo fue posible crear 15 nuevas plazas de docentes a tiempo completo en esta universidad, mientras que, cada año y al mismo tiempo, se nos jubilaban alrededor de 200 profesores.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, al igual que otras muchas universidades españolas, ante la imperiosa necesidad de seguir manteniendo una formación de calidad, y al no contar con presupuesto suficiente, se vio obligada a emplear la figura del ‘asociado a tiempo parcial’ para solventar la situación de falta de profesorado. El profesor asociado a tiempo parcial es una figura docente que acerca a la universidad a profesionales que trabajan externamente y que acuden a la Universidad a impartir docencia en una determinada asignatura. Una figura que, usada en demasía, desde luego, no favorece ni un plan formativo de calidad y, ni mucho menos, la investigación que se nos presupone como institución. Esta situación fue, por tanto, “pan para hoy y hambre para mañana”, aunque fuera la única alternativa que nos ofrecía el Gobierno.
Con la entrada del nuevo equipo rectoral, en el año 2017, consideramos que era urgente revertir esta situación tan anómala e ‘inyectar’ en nuestra Universidad el profesorado a tiempo completo que necesitábamos, ahora que la Administración Pública había suavizado sus medidas más drásticas: el corsé que supuso la ‘tasa 0 de reposición’ ya se había eliminado. Todo ello a pesar de que partíamos de un déficit considerable en este apartado, principalmente en lo concerniente a los presupuestos asignados por el Gobierno de Canarias para estas contrataciones.
Así, nuestro objetivo se ha centrado, desde entonces, en captar nuevos fondos y redistribuir los ya asignados, aprovechando, al mismo tiempo, que el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades nos ha valorado el ser una de las universidades cumplidoras de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, lo que nos ha permitido disponer de más flexibilidad para disponer de presupuesto para el capítulo de contratación.
De este modo, hemos logrado que se convoquen 65 nuevas plazas de docentes a tiempo completo para los años 2018 y 2019, destinadas a la contratación de profesores titulares de universidad, contratados doctores y ayudantes doctores. Todo ello a pesar de las razones históricas que explican un desequilibrio de los recursos económicos asignados al capítulo de personal por el Gobierno canario a las dos universidades públicas canarias, y que sitúa a la Universidad de La Laguna con un presupuesto muy por encima del que obtiene la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a pesar de que ambas universidades ya cuentan en la actualidad con un número muy similar de centros, estudiantes y títulos. Los datos que reflejan el último ranking CYD nos lo evidencian: la ratio del número de profesores a tiempo completo de la ULPGC es de 1,44, frente al 1,20 en la Universidad de La Laguna.
Las previsiones futuras auguran que en los próximos años podamos convocar una media de 30 plazas de profesor a tiempo completo por año, con el fin de compensar progresivamente este déficit de docentes, resultado de los años más duros de la crisis. Será una renovación de nuestra plantilla que se verá enmarcada en un proceso lento, muy ligado a las jubilaciones de nuestros profesores, pero que ofrecerá grandes resultados en un plazo medio. Con ello garantizaremos el principal objetivo de nuestra institución universitaria: formación e investigación de calidad.
*Datos del cuadro recogidos del último ranking CYD
Firma:
Luís D. Boada es Vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la ULPGC